Cansada de que no entiendan los post de la princesa he decidido describirla un poco mas.
Arrogante y altiva, dicen que con los desconocidos.
Abierta y sincera, a veces en exceso.
Metódica y ordenada, cosa que le trae mas de un disgusto.
Vigilante, decidida y combativa.
Noble, positiva y con confianza en si misma cree que puedo cambiar el mundo.
Sociable, amable y agradable en el trato pero solo con quien y cuando quiere.
Emprendedora, impaciente y optimista...antes...ahora cada vez menos...
Valiente y con muestras de ser jefe individualista.
Escéptica, distinguida, disciplinada, autodidacta y convencional.
Se desalienta fácilmente, egoísta, le gusta ser el centro de todo.
Sentimental.
Sensual y apasionada.
Mentalidad buena, le gusta el lujo...aun con pendientes de Agatha y ropa de Dutti no vive nunca por encima de sus posibilidades.
Recorrería el mundo si tuviese tiempo y dinero.
Movería cielo y tierra por amor.
Le gusta sonreír pero lo hace poco. A veces se asusta de su gesto amargo y piensa en sonreír más de lo que lo hace y menos de lo que le piden.
No se conforma con poco, demanda y exige de los que quiere siempre menos de lo que da.
Antes iluminaba todo lo que le rodeaba ahora sus ojos han perdido su brillo y ha olvidado el valor de su mirada.
La Princesa.
Hace demasiados meses que mis payasadas no provocan tus ganas de reír... No es que ya no me intereses, pero el tiempo de los besos y el sudor, es la hora de dormir...
Duele verte removiendo la cajita de cenizas que el placer tras de sí dejó...
Mal y tarde estoy cumpliendo la palabra que te dí cuando juré escribirte una canción...
Un Dios triste y envidioso nos castigó por trepar juntos al árbol y atracarnos con la flor de la pasión, por probar aquel sabor...
El agua apaga al fuego, y al ardor, los años. "Amor" se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño... Y cada vez peor y cada vez más rotos, y cada vez más "tú", y cada vez más "yo" sin rastro de "nosotros"... Ni inocentes ni culpables corazones que destroza el temporal, carnes de cañón... No soy yo, ni tú, ni nadie, son los dedos miserables que le dan cuerda a mi reloj...
Y no hay lágrimas que valgan para volver a meternos en el coche donde aquella noche en pleno carnaval te empecé a desnudar...
Joaquin Sabina.
Para mi, la elegancia...sin ninguna duda.
¿ En qué consiste ese aura difusa, intangible y misteriosa? ¿ Cuestión de belleza? ¿ Armonía? ¿ Exclusividad?.
La auténtica elegancia, es un don, una cualidad innata, es una forma de moverse, de andar, de mirar a tu alrededor, una actitud, una forma de ser... Difícil de aprender, se puede imitar, pero al final se termina metiendo la pata si no es natural.
Sin embargo el glamour, ese que hemos estado definiendo y buscando durante décadas...ahora que no queda nadie que no sepa, más o menos, lo que significa, pasa a mejor vida.
Glamour, palabra proscrita.
Y por fin, la elegancia ocupa el primer lugar.
El caprichoso don sólo se posa en algunas cabezas elegidas....es una de ellas la tuya?
Érase una vez un pájaro, adornado con un par de alas perfectas y plumas relucientes, coloridas y maravillosas. En fin, un animal hecho para volar libre e independiente, para alegrar a quien lo observase. Un día, una mujer lo vio y se enamoró de él. Se quedó mirando su vuelo con la boca abierta de admiración, con el corazón latiéndole más de prisa, con los ojos brillantes de emoción. Lo invitó a volar con ella, y los dos viajaron por el cielo en completa armonía. Ella admiraba, veneraba, adoraba al pájaro.
Pero entonces pensó: “ Tal vez quiera conocer algunas montañas distantes!. Y la mujer tuvo miedo. Miedo de no volver a sentir nunca más aquello con otro pájaro. Y sintió envidia, envidia de la capacidad de volar del pájaro.
Y se sintió sola.
Y pensó: “ Voy a poner una trampa. La próxima vez que el pájaro venga, no volverá a marcharse”.
El pájaro, que también estaba enamorado, volvió al día siguiente, cayo en la trampa y fue encerrado en la jaula.
Todos los días ella miraba el pájaro. Allí estaba el objeto de su pasión, y se lo enseñaba a sus amigas, que comentaban: Eres una persona que lo tienes todo.
Sin embargo, empezó a producirse una extraña transformación: como tenia al pájaro, y ya no tenia que conquistarlo, fue perdiendo el brillo, se puso feo, y ella ya no le prestaba atención, excepto para alimentarlo y limpiar la jaula.
Un buen día, el pájaro murió. Ella se puso muy triste, y no dejaba de pensar en él. Pero no recordaba la jaula, recordaba solo el día que lo había visto por primera vez, volando contento entre las nubes.
Si profundizase en mí misma, descubriría que aquello que me emocionaba tanto del pájaro era su libertad, la energía de las alas en movimiento, no su cuerpo físico.
Sin el pájaro, mi vida también perdió sentido, y la muerte vino a llamar a mi puerta. ¿ Por qué has venido?, le pregunte a la muerte.
Para que puedas volar de nuevo con él por el cielo, respondió la muerte.
Si lo hubieses dejado partir y volver siempre, lo admirarías y lo amarías todavía más; sin embargo, ahora necesitas de mí para poder encontrarlo de nuevo.
El marqués de Sade decía que las experiencias más importantes del hombre son aquellas que lo llevan al límite; sólo así aprendemos, porque eso requiere todo nuestro coraje.
Cuando un jefe humilla a un empleado, o a un hombre humilla a su mujer, simplemente está siendo cobarde, o vengándose de la vida. Son personas que jamás se han atrevido a mirar en el fondo de sus almas, que jamás han procurado saber de dónde viene el deseo de soltar la fiera salvaje, de entender que el sexo, el dolor y el amor son experiencias límite del hombre.
Y solamente aquel que conoce esas fronteras conoce la vida; el resto es simplemente pasar el tiempo, repetir una misma tarea, envejecer y morir sin saber realmente lo que se esta haciendo aquí.
Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no
guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes,
sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedas
confiar
sin dudar.
Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni
pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces, te cuestiones tus
propias certezas. Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.
Te deseo además que seas útil, mas no insustituible. Y que en los momentos
malos, cuando no quede más nada, esa utilidad sea suficiente para
mantenerte
en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante; no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e
irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de
ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven no madures demasiado deprisa, y que ya maduro, no
insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que
influyan entre nosotros.
Te deseo de paso que seas triste. No todo el año, sino apenas un día. Pero
que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual
es sosa y la risa constante es malsana.
Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo,
que existen, y que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y
personas infelices.
Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal, porque de esta manera, te sentirás bien
por nada.
Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuantas vidas está hecho
un árbol.
Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico. Y
que
por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas:
"Esto es mío", sólo para que quede claro quien es el dueño de quien.
Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere
alguno,
puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.
Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que cuando estén
exhaustos y sonrientes, hablen sobre amor para recomenzar.
Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo más nada que desearte.
Gracias Martutxi tu ya sabes lo que te deseo a ti....